El cajón, que es opaco, se presenta con una tapa con un único agujero circular en el que el niño/a puede introducir una bola que cae al cajón mientras este permanece abierto.
Tras retirar el tope al cajón, este tiene que abrirse y cerrarse para recuperar la bola que hemos introducido por el agujero.
Tras cambiar la tapa, convertimos el cajón en un juego de encajes. Tenemos 7 piezas en haya para desarrollar este juego.
El propio cajón, que tiene cuatro ruedas y una cuerda para tirar de él, funciona como juego de arrastre y cajón de los tesoros, principalmente a partir de los 24 meses.
Favorece la adquisición de habilidades y capacidades:
Descubimiento del concepto de “permanencia de los objetos”, es decir, cuando una cosa no se ve, no significa que no exista.
Coordinación óculo-mano, la autoestima, las habilidades motrices, etc.
Desarrollo de la destreza, la motricidad fina, la visión espacial. Adquisición de conceptos espaciales como volumen, formas geométricas, nociones complejas como el equilibrio, la simetría, etc.
Estimulación de la capacidad motora, incorporación del juego simbólico a partir de los 24 meses.