El oponente coloca uno de sus cubos a la derecha, a la izquierda o encima del cubo ya colocado. Los cubos ya colocados en la superficie de juego deben situarse siempre uno al lado del otro, sin dejar espacios vacíos. La primera línea no tiene límite de longitud. A partir de la segunda línea, los cubos también se pueden colocar con uno o más espacios entre ellos.
El ganador es el jugador que pone los primeros 4 cubos de su color unidos horizontal o verticalmente o diagonalmente.
El oponente coloca uno de sus cubos de tal manera que siempre tenga una cara apoyada en la superficie y al menos otra en un cubo ya jugado. Ronda tras ronda, los jugadores colocan sus cubos.
¡El primer jugador que coloque los 5 cubos de su color horizontal, vertical o diagonalmente gana!